domingo, 28 de septiembre de 2014

L’ Art Brut


Clínica Waldau, 1921

El Art Brut o arte marginal es un término acuñado en 1945 por Jean Dubuffet para referirse al arte creado por personas ajenas al mundo artístico sin una formación académica.

Sus obras son el reflejo de una creatividad pura sin contaminar por la imitación de modelos ya establecidos. Dubuffet afirma que todos llevamos un potencial creativo que las normas sociales actuales anulan. Esto se observa en las creaciones de personas que se mantienen al margen de la sociedad, tales como: internos de hospitales psiquiátricos, autodidactas, solitarios e inadaptados. 

Jean Dubuffet fue uno de los primeros artistas que dieron gran importancia e impulsaron  de una manera activa el arte que se encuentra fuera del sistema y de los círculos artísticos establecidos. Dubuffet va más allá de las presuposiciones estéticas tradicionales, estando convencido de que el arte verdadero no debe estar sujeto a unas reglas convencionales, del tipo que sean, que impidan o alteren la expresión de las emociones. Sus creencias le llevan a fundar el art brut, que recoge manifestaciones artísticas de carácter personal al margen del mundo del arte realizadas principalmente por  pacientes con problemas psiquiátricos. Teniendo una colección pionera que en 1972 ascendía a más de 5000 obras. Sus principios artísticos trascienden por tanto cualquier sistematización y se introducen en el extenso mundo de la experimentación, tanto propiamente plástica de los materiales como de los procedimientos metodológicos, técnicos y psicológicos del proceso de la creación. Todo ello con el fin de aproximarse al conocimiento más profundo de este importante campo del arte, que va más allá del terreno estrictamente artístico para adentrarse en el mundo de la expresión,  la comunicación de ideas y sentimientos y la relación existente entre la condición psicótica y el trance creativo.

Uno de los pioneros y máximos exponentes de este estilo, este movimiento fue Adolf Wolfli, quien fue víctima de abusos sexuales y quedó huérfano a los diez años, tras lo cual pasaría años interno en distintos orfanatos. Posteriormente trabajó como peón agrícola y llegó a alistarse en el ejército. Acusado de intento de abuso de menores, fue condenado a una pena de cárcel. Tras su liberación fue arrestado por una ofensa similar, lo que le llevó a ser ingresado en el hospital psiquiátrico Waldau, en Berna donde pasaría el resto de su vida. Presentando síntomas psicóticos y alucinaciones, inicialmente su comportamiento se describía como violento y agitado, razón por la que durante una etapa se le mantuvo en régimen de aislamiento. Tiempo después de su internado, comenzó a dibujar con materiales que intercambiaba con los visitantes de la institución hasta crear obras maestras dignas de ser trasladadas al Museo de Bellas Artes de Berna (donde siguen expuestos hoy en día), tras su muerte en 1930.

1 comentario:

  1. me parece muy interesante usar el arte como un manejo no farmacologico, ya que como nos muestras, el arte se puede hacer aun sin haber estudiado, por lo que nos asombra y asimismo nos confirma que las personas con algun trastorno no significa que esten discapacitadas y que no puedan realizar actividades, por el contrario, en la pintura nos pueden plasmar el mundo interior de ellos, como sucedio en el Hospital Dia

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