El Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas
Las personas que padecen este trastorno neurológico , el síndrome de Alicia, que recibe su nombre del famoso cuento de Lewis Carroll (que padecía de migrañas y que pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su creador), perciben las cosas que las rodean con un tamaño más grande o mucho más pequeño del que en realidad tienen. "Tengo la extraña sensación de que mi cuerpo aumenta de tamaño hasta que ocupa todo mi cuarto". "Siento que vivo en una pesadilla donde todo cambia de forma".
Estas son algunas de las percepciones que caracterizan al Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas (SAPM) o micropsia, un trastorno neurológico que altera la percepción del ojo humano y suele afectar sobre todo a los niños y a los adultos proclives a sufrir dolores fuertes de cabeza (migrañas).
Los pacientes que sufren este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).
Quienes sufren SAPM no pierden la conciencia durante los ataques del síndrome, cuyos síntomas básicos son las alteraciones en la percepción del tamaño, la forma, la ubicación de los objetos en el espacio, la figura corporal propia y el tiempo transcurrido. A veces, los afectados dejan de percibir los colores y de identificar los rostros ajenos y observan imágenes múltiples.
Según los expertos, las personas afectadas por el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que tengan que mirarse en un espejo para comprobar su talla.
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas puede ser provocado por una cantidad anormal de electricidad en el cuerpo, lo que causa un cambio en el flujo sanguíneo del cerebro, y donde las señales enviadas desde el cerebro a los ojos se perturban, dando lugar a alucinaciones, desorientación y una auto-imagen alterada en ciertas partes del cuerpo. Otra causa a la que puede deberse, es la epilepsia del lóbulo temporal donde aparecen convulsiones en los lóbulos temporales, pudiendo tener reacciones de euforia, o un intenso miedo y paranoia. También puede ser debido a dolores de cabeza, migrañas, tumores cerebrales o debido al virus Epstein-Barr, donde pueden mostrarse los síntomas en etapas iniciales.
Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área cerebral específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados en pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que podría explicar las quejas visuales de los pacientes.
Este síndrome tiene tratamiento probado y eficaz, cuando la causa es la migraña, aunque los casos crónicos son bastante intratables y se deben de llevar a cabo, con el tiempo; las manifestaciones de los síntomas no son perjudiciales o peligrosas, y probablemente se desvanecen en un período de tiempo, siendo el descanso el tratamiento más óptimo.
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